Isabella Rossellini. Ser hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini no tiene que ser fácil. Menos fácil aún tiene que ser haber sido esposa de Martin Scorsesse en su época más álgida y salir airosa.
Pitita Ridruejo. Siempre admiraré a las mujeres que siguen fieles a su peinado toda una vida; nieve, truene o haga sol -véase la Reina, Sofia Loren o Natalia Figeroa-. Solamente por eso merece toda mi fascinación.
Inès de la Fressagne. Porque es la elegancia y la sencillez personificada, y punto.
Kate Bosworth. No hay ninguno de sus looks de calle que vea en Fahionísima o en Red Carpet de ella y no me guste.
Giovanna Battaglia. Se puede ser una it girl petarda que es asidua de The Sartorialist o no. Y ella ha escogido no serlo. Bravo.
Helen Thomas. Me gusta porque es discreta y únicamente conocida por su trabajo. Una pena que abandonara su puesto como corresponsal de la casa blanca con el pitote que lo hizo, pero seguir viéndola sentada allí en la sala de prensa mientras iban pasando un presidente tras otro no tenía precio.
Seguiremos con más en próximas ediciones.
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